Oliver, un primate llegado del Congo sorprendió a medio mundo en la década de los 70 por ser el único chimpancé capaz de andar continuamente erguido, tener más parecido con el humano de lo normal, por oler distinto a sus congeneres y por ser rechazado por estos.
Todo ello, hizo plantearse a los científicos si era el eslabón perdido, un hibrido entre humano y chimpancé, al final no se llegó a ninguna conclusión pero tampoco se descartó ninguna posibilidad de las investigadas.
Actualmente, se realizó un estudio de ADN y cromosomas, y resultó que Oliver tiene 48 cromosomas, lo que indica que es un chimpancé y no un hibrido, pero el ADN indicó que pertenece a una especie de Cimpancé no común, tal vez una especie desconocida.
Historia extraida de Fogonazos
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Big Foot o el Eslabón Perdido
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